domingo, 22 de noviembre de 2009

1:37 am.

Espera, ¿qué fué eso?
Un grito torturado al otro lado de la calle.
Dos mujeres. Dos gatos. Dos peleas. Dos eternos momentos en el aquí, en el ¡ahora!...
Cuatro piernas fracturadas, cuatro ojos chorreando lágrimones negros, dos faldas cortadas por el viento.
Las sigo, lo intento, se me adelantan...
Las alcanzo... me río... ¡están escupiendo a la virgen en la misma mejilla que yo!

el viento agota las entradas a tan dandesco festival...
las calles humeantes y vagos animales son platea en el show de sangre machacada...
cuan trueno despues del relampago, siento una vibracion aterradora: un grito de vitoria y otro de agonia...: ¡muere maraca; muere! y la génesis dejó de lado las servilletas...

tiemblan los cuerpos mezclados entre una hazaña victoriosa y el tormento de sus mentes que sin duda es el signo del reflujo de sangre que secreta esa perra, pero aun así duda de los natural de todo, comienza a llover... es como si el diablo llorara y dejara caer su llanto en un vaso que pronto beberá, porque nos confunde ser el suspiro y el alivio del diablo, siendo que los miedo están en nuestros ojos y esta escultura no se mueve... no me defiende de nada.

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